Sexo durante el embarazo

Sexo durante el embarazo

29 de mayo de 2021 0 Por ViviaNewLife

Siempre ha sido una incógnita el hecho de poder o no tener sexo durante el embarazo.

 ¿Será o no dañino para el bebé tener relaciones sexuales?

¿Tendré algún tipo de sangramiento si tengo alguna penetración? ¿Podrá provocar aborto o algún tipo de riesgo el hecho de tener sexo?

Estas y muchísimas otras preguntas nos hacemos siempre y son muy frecuentes justo cuando estamos en este estado de gestación. Por miedo e ignorancia evitamos este proceso y privamos a nuestra pareja y a nosotras mismas de satisfacer nuestros deseos sexuales.

Todos los cuerpos son diferentes y experimentan distintas experiencias. Es muy común que cambien las necesidades y sentimientos sexuales durante el embarazo. Pero el embarazo puede despertar fuertes deseos de ternura y hacer que el sexo sea muy satisfactorio.

Muchas mujeres experimentan que el deseo de hacer el amor disminuye, y mucho más en la primera y última etapas del embarazo. Pueden sorprenderse al descubrir que han perdido el interés en el sexo y tal vez sienten que están evitando algo que tal vez deberían estar disfrutando.

Otras mujeres pueden experimentar un deseo inusualmente fuerte y obtener aún más. Durante el embarazo, aumenta la circulación hacia los genitales de la mujer y el revestimiento vaginal se vuelve más congestionado y húmedo. Esto puede incrementar el placer sexual y tener una experiencia mucho más intensa durante el sexo.

En mi caso he experimentado esa intensidad en los deseos sexuales y también la reducción de estos, incluso que no quiero ni que mi esposo me toque. Lo importante es que haya buena comunicación en la pareja y que lleguen a un acuerdo mutuo y se respeten entre sí.

Los hombres también reaccionan de diferentes formas. Algunos adoran los cambios en el cuerpo de la mujer y disfrutan aún más del sexo, mientras que otros no sienten el mismo deseo que antes. También pueden tener miedo de lastimar al bebé o a la mujer.

Lo que debemos saber es que el bebé está bien protegido en una piscina de agua “líquido amniótico” rodeada por las fuertes paredes del útero, que absorbe golpes e impactos. El coito vaginal no puede lastimar al bebé, y un poco de presión o algunos golpes en el vientre no van a hacer algún daño.

A veces, sin embargo, se aconseja a las parejas que eviten las relaciones sexuales, por ejemplo, si la mujer tiene sangrado indefinido, ruptura de aguas o existe riesgo de parto prematuro. Pero la mayoría de las parejas pueden disfrutar del sexo con la frecuencia que deseen durante el embarazo.

En dos ocasiones tuve un pequeño sangrado o, mejor dicho, unas manchitas de sangre durante el primer trimestre. En la primera ocasión, había tenido relaciones sexuales con mi esposo y luego de unos tres o cuatro días comenzaron las manchitas y me duraron unos 3 días.

Justo me duró lo que me solía durar la menstruación. Al parecer era que se estaba implantando el óvulo en el útero y esto suele provocar a muchas mujeres un ligero sangramiento, parecido a cuando se está terminando la menstruación.

De todas formas, permanecí vigilándome y en alerta por si se agudizaba, pero en realidad fue cesando poco a poco hasta desaparecer. Todo volvió a la normalidad nuevamente, pero mi esposo y yo decidimos parar nuestra fiesta íntima hasta que todo se normalizara.

Le comenté a mi matrona y a un familiar que es médico ginecólogo y ambos coincidieron en que hiciera reposo sexual por un tiempo. También que tratara de estar acostada el mayor tiempo posible y que pusiera una almohada debajo de las rodillas mientras estuviera acostada para que mi pubis estuviera más elevado que el resto del cuerpo y beber mucha agua.

Le platiqué a varias madres de la familia, acerca de las manchitas, y resulta que a muchas le había ocurrido y me dijeron que ni me preocupara, que eso era normal.

Me aconsejaron: tranquilidad, serenidad, música y cariñito y abstinencia sexual.  

Luego esto se repitió justamente a los 28 días, y me duró otros 3 días, pero esta vez, no había tenido sexo desde la primera vez que me ocurrió. Era como si hubiese tenido una menstruación muy leve. Algunas personas mayores en su época le llamaban a esto “entrada de mes”, es como si la naturaleza y el cuerpo se quedara con la regularidad menstrual mes a mes.

Te enumero algunas causas que pueden provocar estas manchitas de sangre en el primer trimestre:

  • Tener relaciones sexuales
  • Una posible infección
  • El óvulo fecundado se implanta en el útero
  • Cambios hormonales

El útero puede contraerse con bastante fuerza durante el coito, pero esto no es dañino. Al tener un orgasmo se produce una contracción del útero y se liberan endorfinas que invaden todas las células del cuerpo produciendo una intensa sensación de bienestar.

La penetración suave es importante al principio y conforme tomen un ritmo se irán acostumbrando poco a poco a los cambios. Existen varias posiciones que son muy cómodas y hacen que el sexo sea más placentero durante el embarazo.

1. De lado o la cucharita

Si tu pareja se acuesta atrás de ti y te penetra de esa forma será mucho más fácil maniobrar y que se sienta más seguro sin tener que interferir con tu vientre. Esta posición es muy recomendada practicarla desde el sexto mes y hasta el final del embarazo.


2. ¡A cabalgar! La vaquera o postura de andrómaco

sexo

Si tu pareja se sienta en una silla o la cama y tú estás sobre él, será mucho mejor penetrarte si hacer ningún tipo de presión en el útero. Con esta posición tú Tendrás todo el control de la situación: el ritmo, la profundidad de la penetración, etc. En este caso, eres tú quien puede buscar alternativas nuevas para el goce conjunto.


3. Cuatro puntos o el perrito

Si pones las rodillas y manos sobre una superficie plana, como la cama, tu pareja puede ponerse detrás de ti. Puede que tu espalda se canse por lo cual es posible que sea por unos pocos minutos y luego sea necesario cambiar.


4. El misionero, él encima o columpio

Te acuestas boca arriba y el hombre acostado boca abajo sobre ella, para hacerlo más seguro el hombre se apoya sobre sus rodillas y queda ligeramente a cuatro patas, para que su peso no caiga sobre ella y, de esa forma, evitar presionar la barriga.


5. Desde atrás, de pie o el ventilador. Unión del emú

Ambos están de pie, tú dándole la espalda a tu pareja. Te pones en un sitio donde puedas sujetarte de algo para tener una posición segura y que no ejerzas presión sobre la tripa. Al inclinarte hacia delante modificas el ángulo de penetración para conseguir una mayor profundidad. Esta postura es muy útil incluso hasta el final del embarazo.


En el pasado existía la creencia de que tener relaciones sexuales justo antes del nacimiento debía desencadenar el parto, pero no hay evidencia científica de esto.

Lo que te recomiendo es que mantengas tu práctica sexual si no presentas ningún tipo de molestias y disfruta mucho de esta etapa de tu vida que nunca se repetirá igual.